miércoles, 4 de septiembre de 2013

El juego de la muerte

No siempre hay motivos para seguir una lucha que ya de antemano está perdida, una lucha natural al miedo del momento. Luchamos contra corriente cada vez que acudimos al médico, deseamos ganar siempre la partida, una partida, por otro lado, ya comprada de antemano ¡Tongo!

 

Todo esto puede sonar pesimista, lo se, pero ¿Creéis que ver la realidad es pesimismo? No. Es comenzar a vivir admitiendo, conociendo y aceptando que estamos de prestado. ¡No implica tirar la toalla!

Una cosa es luchar contra lo conocido, otra, dejarse llevar.

Personalmente he de aclarar que tengo bien asumida mi breve estancia en la vida, que he aceptado que la muerte es un proceso más que llegará lo quieras o no, he hablado con la muerte alguna que otra vez, siempre se acaba riendo de mí.

A veces imagino la cara de la muerte, pero siempre es borrosa, no hay mirada, no hay palabras, sólamente te acaricia sin más, cada roce es un aviso que te hace el morado más doloroso de todos y termina argumentando que se ha equivocado, así te deja dolorido y viviendo bajo su espera ¿Cuándo te volveré a ver? ¿Esta vez me rozarás o, simplemente, vendrás por mí?

 

¿Llegará a los cementerios el Whatsapp?

Si hasta ahora pensábamos que lo habíamos visto todo respecto a tumbas, cementerios, complementos para los cadáveres...nos equivocábamos, llega a nuestros cementerios las lápidas interactivas.
¿Qué son las lápidas interactivas? pues ni más ni menos que unos códigos QR ( tipo de códigos de barras bidimensionales, la información está codificada dentro de un cuadrado, permitiendo almacenar gran cantidad de información) insertado en la lápida, de forma que si llegamos al cementerio, ponemos nuestro móvil Smartphone o Iphone y tablets y recibimos toda la información del difunto.
No os extrañe que a partir de muy pronto, todos los cementerios estén llenos de teléfonos móviles pegados a las lápidas o simplemente en un trocito de pilar. Ya no tendremos la excusa de que se nos ha olvidado poner el móvil en silencio...todos lo llevan en la mano para recoger toda la información que, en el mejor de los casos, ha sido el propio difunto el que la ha mandado...
Se terminaron las grabaciones tan auténticas con foto incluída en nuestros preciosos cementerios, a partir de ahora, con este simple código, podremos recordar al muerto con sus fotos, vídeos e incluso música. Para ello, se hace una recopilación de todo lo que queramos introducir y la empresa de decesos (en este caso creo que en la actualidad, encontramos una empresa que se dedica a ello "Memorial Spain")
Los montajes, están realizados de forma que se muestre la vida del fallecido mostrando el cariño de sus seres queridos. Para ello tan sólo es necesario realizar una recopilación del material audiovisual y desde la empresa se encargarán de editarlo según se requiera.
Una vez creado el código QR, se puede acceder al contenido si se dispone de dispositivos que lean este tipo de códigos.
Está claro que el tema de la muerte toma un cariz cada vez más curioso, queda remarcado entre líneas que al final, deberemos ser enterrados con nuestro móvil última generación puesto que al ser energía, podremos utilizar nuestra energía en conversar por whatsapp.
Los precios de estos códigos oscilan entre los 150 y los 400 €, dependiendo si elegimos QR plus, Básic o pro, así que los frikis ya podéis comenzar a ahorrar para acceder a un disco duro que quedará en los móviles de recuerdo...¡Así da gusto morir!
Poco a poco el miedo se cambia por móviles última generación, no te quedes sin cobertura en el hueco...

La muerte es un ente caprichoso

Últimamente no hago más que encontrarme con la muerte, la muerte merodea cada esquina de nuestras vidas y casi siempre nos hacemos completamente los locos.
Dicen que la muerte siempre avisa, pero ¿cuándo? ¿inmediatamente antes de llegar o, por el contrario, nos viene avisando desde mucho antes de darnos cuenta? para contestar a esa pregunta, solo debéis ser sinceros con vosotros mismos y contestad según creáis.
No he tenido nunca miedo a la muerte ya que la considero una parte esencial en nuestra vida, aunque parezca más que contradictorio, me da pánico la manera de morir...siempre tan caprichosa. La muerte nos acecha y no hacemos nada que no sea más que evitarla, tanto de pensamiento como de nuestras vidas, por muy insistente que sea a la hora de enseñarnos sus vestiduras.
No considero que haga mucha selección...va y viene a su antojo sin que nadie pueda evitar caer en sus redes, lo mismo se te presenta de forma accidental que premeditada, le importa un carajo como, la cuestión es llegar.
En menos de un año, la muerte se ha dejado ver en diferentes ocasiones, primero vino a por mi abuela Ana, con ella no se cebó, la verdad es que tuvo una muerte dulce y tranquila, en la noche vino a llevársela sin mucho ruido. No había pasado ni un mes que la muerte vino a llevarse a mi vecina Amparo, una mujer que acababa de ir a ver a su hija y allí encontró a la parca. Diez meses después llegó vestida para llevarse a Pepe, otro buen vecino y padre de un amigo... pero sus ganas no se vieron satisfechas y pasó al mes a por su hijo.
Ayer, tras unos días de la muerte de mi amigo Jose Antonio, exactamente 3, asoma de nuevo el hocico dejando ver su idealizada silueta. Viene con hambre, esta vez con nombre de metástasis de cerebro. Ayer ingresaba un conocido mío de Sevilla en fase terminal, solo, su única compañía es la de las sombras que vienen a por él. Sin el conocimiento necesario para saber que le sucede y cual es su destino, todo se dará en breve y lo sabemos, ni siquiera hay que rezar por él ¿por qué? por que ya no se va a salvar, tiene sentada en la butaca de su habitación a la tan esperada muerte. ¿A qué espera? pues no sabemos muy bien si a ver como termina de degenerar Manuel hasta que la risa le resulte aburrida, a que cene, a que no muera del cáncer sino de atragantarse...quien sabe los motivos por los que a veces es tan cruel y se ceba tanto sobre nosotros.
La muerte es un ente caprichoso que viene a por nosotros cuando menos lo esperamos, nos avisa a lo largo de los años...nos deja ver que todo lo que está aquí dejará de estarlo en breve, nos muestra el camino que vamos a tener que recorrer independientemente de las ganas que tengamos.
Hoy lo hablaba con un buen amigo mío de Madrid, parece mentira que la muerte nos sea tan desconocida de niños y un día, de buenas a primeras, aparece en tu vida para no marcharse, te acosa y te muestra su poder constantemente: se lleva a tus amigos, conocidos, familiares y demás...siempre haciéndote pensar en ella por mucho tiempo, con mucho miedo y sin ganas de verla frente a ti.
La muerte es un ente caprichoso cuya leyenda nos cuenta que es una mujer, aunque hoy por hoy se nos presenta como una gran capa con capucha, la verdad es que da igual su género, sea cual sea, la fuerza que tiene es sobrenatural y nos espesa su visión.
Hoy hago una entrada para los que se han ido y para los que están marchándose, hoy quiero recordaros que la muerte nos merodea, nos ronda. Hoy os aclaro que no va a salir de nuestras vidas, da igual si te llamas Pepa, Juan, Luci o Maripili, no importa si eres hombre o mujer, no interesa tu nivel adquisitivo por que no podrás comprarla jamás, tal vez demorarla pero poco más, ya os dije desde el primer momento que es el ente caprichoso y cruel de nuestro destino, así que abrid los brazos por que la parca, no se ha olvidado de presentarse y abrazarte...

Pensando en la muerte


¿Cuántas veces he pensado en la muerte? muchas, para que negarlo... a veces llego a pensar en ella más de una vez al día, no lo voy a negar. Son muchos los casos que llegan a nosotros sobre la muerte, diferentes maneras, y sobre todo, la única visión posible: dejar de vivir.
Si algo me da miedo es la forma de morir, no quiero morir angustiada, no quiero sufrir. Quiero una muerte digna, sin sufrimiento alguno y con la relajación que requiere el momento, un momento que todos sabemos traumático, como lo es el momento de nacer.
Todas las transiciones son difíciles, da igual cual sea la manera, el solo hecho de tener un fuerte apego a la vida ya hace que suframos solo de pensar que llegará ese momento en el que dejemos de respirar para convertirnos en a saber qué.
Según unas religiones podemos ser víctimas del cielo o del infierno, podemos resucitar, podemos vivir en un mundo indefinido donde ya nada importa. Existen tantas teorías y tan pocas pruebas. La fuerza de la mente juega un papel importante a la hora de recoger "psicofonías", creo que nuestra fuerza es la que hace que escuchemos algo que, en la mayoría de ocasiones, no son más que ruidos que nuestro cerebro torna palabra.
Si nos morimos en esta vida para seguir en otra de la que ni tan siquiera tenemos los mínimos datos, casi que prefiero dar el cambio, pero creo que nos engañan para que perdamos ese miedo sobrenatural. No tengo claro que vayamos a un cielo donde los ángeles asexuados te vengan a dar la bienvenida, ni que podamos descender por el hueco del pozo que nos llevará directamente al fuego eterno (nunca he entendido muy bien este trocito de "Biblia": ¿el fuego eterno es uterino o de llama?).
Bromas aparte, creo que podemos perder un poco el miedo a morir viendo la muerte como algo casi divertido, con una exageración en las maneras para dar un especial atractivo a tan traumático hecho.
Si os parece bien, os daré una pequeña dosis de muerte con sabor a cachondeo, donde, personalmente, prefiero casi sufrir que pasar la vergüenza de una muerte estúpida... sino.... comprobad el trabajo de algunos para sacarnos una sonrisa mientras vemos en directo como se pasa de estar vivo a ser un "fiambre".... y en estos casos, el ViH no tiene nada que ver... ;-)

El duelo


Cuando perdemos a un ser querido seguramente pasemos por una serie de estados que nos llevará un espacio de tiempo superar, no hay un tiempo predeterminado ni exacto para nadie, cada uno de nosotros necesita su propio tiempo para superar el duelo de la pérdida.

 
En primer lugar lo normal sería que te sintieses triste, asustad@ y posiblemente preocupad@ por varios motivos, no necesariamente has de sentirte preparad@ para todo lo que sucede, es más, puede que te sientas enfadad@, aliviad@, culpable... Las emociones suelen ser más intensas que en otras circunstancias llegando incluso a perder el apetito, el interés...y en casos más extremos, se puede caer en diferentes psicopatías  ludopatía, alcoholismo...Pero no hay que olvidar que se tratan de reacciones naturales frente a la muerte.
 ¿Qué es el duelo?
Consideramos duelo a la reacción emocional, física y psicológica frente a la muerte de un ser querido o pérdida. Cuando entramos en la fase de duelo, podemos experimentar algunos cambios:
  • Afloran emociones fuertes (tristeza, ira...)
  • Se puede perder el sueño o tener sensación de náusea
  • Comienzan las reacciones espirituales frente a la muerte (creencias).
No solo hay duelo en temas relacionados con la muerte, pero en este caso, será del que hablemos.
Como ya hemos comentado anteriormente, el duelo dura un tiempo indeterminado que poco a poco se va superando, obviamente, cuando perdemos a alguien de forma inesperada, la intensidad puede ser mayor.
Enfrentarse al duelo
El ser humano busca las diferentes formas en la que salir de este especial estado en el que nos sumimos, al menos, una decena de veces en nuestra vida (con un poco de suerte, puesto que la vida deja muchos momentos de duelo -aunque no siempre sean asociados al fallecimiento de alguien).
Una de las maneras más habituales es buscar el apoyo de otras personas y así encontrar alivio en recuerdos, otra es mantenerse ocupado, aunque el mayor número de personas suelen sumirse en depresiones, se alejan de su entorno y evitan al máximo todo lo que les pueda recordar al difunt@.
Lo más adecuado sería poder hablar de su pérdida de forma natural con aquellos que desee (familiares, amigos, terapeutas...), aunque también puede darse el caso de que la persona se encierre en sí misma y prefiera no tener comunicación con nadie del exterior.
Los peores momentos del duelo son los primeros días de la muerte de la persona querida, son en estos momentos cuando estallan las emociones más fuertes unidas a grandes dosis de ansiedad. También tenemos a personas que están tan sorprendidas por lo sucedido que no pueden reaccionar de forma inmediata.
No es un proceso rápido, así que es normal que sintamos mejoría paulatina, pasados los primeros días, aunque siempre te asaltarán momentos en los que seguirás pensando que no lo superarás jamás.
Cuidarte
Ante todo, debemos aprender que por muy dura que sea la partida de un ser querido, nosotros nos quedamos en este lugar, así que es mejor mimarnos un poquito:
  • Tener presente que nuestra pena es pasajera y no se quedará con nosotros para siempre.
  • Si lo consideras importante para tí, acude a todos los servicios funerarios que se hagan.
  • No te aísles.
  • Comunícate y exprésate.
  • Aliméntate y haz ejercicio.
¿Cuando pedir ayuda?
También puede pasar que no lo superemos, que siga pasando el tiempo y sintamos que el dolor es exactamente el mismo, que se ha transformado en una depresión, en ese caso, lo mejor es acudir a un especialista o hablar con alguien de confianza.
Algunos síntomas de que esto está sucediendo:
- Han pasado más de 4 meses y no mejoras.
- No puedes seguir con tu vida ni con tus actividades habituales.
- El dolor y la pena que sientes te impiden concentrarte, dormir, comer o socializar.
- Más de una vez crees o piensas que no puedes seguir viviendo.
Aunque en cierta medida, todo ello sea natural, no debería alargarse en el tiempo, por lo que sería aconsejable que lo comentases con alguien de confianza o acudieses al médico ya que existe el peligro de caer en una depresión grave.
Debemos recordar siempre que el proceso de duelo es individual y personal, cada uno necesita sus propios tiempos. Y todavía más importante todavía: seguir adelante y aliviar el dolor no significa en absoluto olvidarse del fallecido.
Etapas del duelo
 Negación y aislamiento, lo que nos permite amortiguar el dolor y recobrarse lo antes posible.
  1. Ira, rabia, envidia y resentimiento, en esta fase es donde entran en juego los típicos ¿por qué?.
  2. Negociación (intentar un acuerdo para superar el trauma -llévame a mí-)
  3. Depresión, aunque suele ser temporal para la preparación a la aceptación de la realidad, aunque parezca mentira, es contraproducente intentar animar y sugerir mirar las cosas del lado positivo, pero es totalmente ajeno a la persona en duelo, es mucho mejor dejar que exprese su dolor.
  4. Aceptación, comenzar a sentir paz, el dolor comienza a disipar.
En definitiva: cuando perdemos un ser querido no podemos evitar todo lo que hemos descrito, sería casi inhumano el no sentirlo. Pero no debemos olvidar que somos tránsito...

El juego de la muerte

No siempre hay motivos para seguir una lucha que ya de antemano está perdida, una lucha natural al miedo del momento. Luchamos contra corriente cada vez que acudimos al médico, deseamos ganar siempre la partida, una partida, por otro lado, ya comprada de antemano ¡Tongo!

 

Todo esto puede sonar pesimista, lo se, pero ¿Creéis que ver la realidad es pesimismo? No. Es comenzar a vivir admitiendo, conociendo y aceptando que estamos de prestado. ¡No implica tirar la toalla!

Una cosa es luchar contra lo conocido, otra, dejarse llevar.

Personalmente he de aclarar que tengo bien asumida mi breve estancia en la vida, que he aceptado que la muerte es un proceso más que llegará lo quieras o no, he hablado con la muerte alguna que otra vez, siempre se acaba riendo de mí.

A veces imagino la cara de la muerte, pero siempre es borrosa, no hay mirada, no hay palabras, sólamente te acaricia sin más, cada roce es un aviso que te hace el morado más doloroso de todos y termina argumentando que se ha equivocado, así te deja dolorido y viviendo bajo su espera ¿Cuándo te volveré a ver? ¿Esta vez me rozarás o, simplemente, vendrás por mí?

 

Un adios especial

 

¿Cuáles son los motivos que pueden llevar a una persona a quitarse la vida? A saber, cada uno de nosotros tiene un aguante diferente y cualquier motivo puede desencadenar a una tragedia.

Hace unos días un conocido nuestro tomó la importante decisión de quitarse la vida, de las dos opciones elegió el fin a todo cuanto le rodeaba, dejó una carta de despedida y desapareció. Nadie supo nada de él hasta que llegó el duro momento de encontrar su cadáver.

Se trataba de una persona con sus grandes problemas que tal vez, vistos desde fuera no eran tan graves y completamente subsanables, pero nuestra mente juega una labor primordial en esos momentos tan cruciales. Supongo que se apoderó de él la incapacidad unida a la tragedia más grande de todas: no tener fuerzas para seguir luchando, se trata del mayor motivo que pueda llevar a nadie a dar tal paso.

Nunca sabemos como va a llegar nuestro momento, en este caso seguro que tampoco. Si alguien le hubiese contado ese fin, posiblemente habría dicho: tú estás loc@, pero hace unos días, la tortilla se dió la vuelta y terminó decidiendo como iba a ser su fin. Son múltiples las formas en el que el ser humano puede dar fin a su vida, pero no creo que ninguna de ellas sea buena, tal vez exista la menos dolorosa o angustiosa, pero la decidida por nuestro compañero no es precisamente la menos dolorosa (o si).

Cuando la desesperación y la incertidumbre entran en tu vida, te sientes cercado y sin salida, tu mente te juega malas pasadas y tus emociones hacen el resto. Imagino que cada persona decide en el momento “exacto” de tomar la decisión, cual será la forma más adecuada (un tema bastante subjetivo, todo sea dicho). Él decidó volar, sentir como se libraba de las cadenas vitales sin ningún tipo de red salvavidas, y cuando llegó a meta, no era más que la ropa que usamos en vida, un cuerpo.

Cada uno de nosotros decidimos si nos quedamos o si partimos, él decidió partir a sabiendas de que dejaba dolor, pero consciente de que ya no quería seguir entre nosotros. Voló muy alto para salir de la tortura en la que se hallaba sumergido, jamás juzgaré a nadie que haya decidido dejar de vivir, cada uno hace con su vida lo que quiere y se le antoja, por muy mal que lo vea, soy de la opinión “lucha“, pero reconozco que en determinados momentos vitales, la vida deja de ser el jardín florido para pasar a ser la gran espina de una bonita rosa y la muerte la única salvación posible al pinchazo que nos desangre en vida…

Hoy le brindo un adiós especial desde el lugar donde muchos de nosotros le conocimos, la red. Solo espero (ya que ha conseguido su propósito) que no se encuentre con el mundo paralelo que tanto suena en el séptimo arte tan desconcertante para nosotros porque…ya no hay vuelta atrás. Queda claro que el miedo a la muerte es inexistente y el cansancio de la vida le ha arrojado donde es mejor llegar de forma natural.

Un beso allá donde quiera que estés Juan

In Memoriam


Hoy he vuelto a revivir el dolor que causa la pérdida de una amiga. No la había olvidado, por supuesto, hemos de tener en cuenta que no ha pasado ni dos meses desde que partió.
El dolor de una pérdida con el tiempo se hace más llevadero, menos punzante, pero no significa que no recordemos, para nada, solo que ya no podemos seguir infringiéndonos dolor por algo que no tiene solución: la llamada de la naturaleza.
Mientras ojeaba nuestra nueva revista Yerba y avanzaba entre sus páginas, he visto su foto, la foto de Conchi en grande y con un gran titular que dice: “In Memoriam“, nuevamente la punzada y las lágrimas han vuelto a manar, no puedo evitar que se me nublen los ojos y el corazón se me encoja cuando vuelvo a la realidad de que ya no está y no la voy a volver a ver más, aunque doy las gracias a quienes han dedicado su tiempo en recordarla y hacer que sea recordada y conocida por quienes se introducen en el mundo del activismo, ella también ha marcado un antes y un después, ha dejado una gran huella.
Nuevamente el egoísmo humano sale al exterior, esta vez de mi mano, es egoísta llorarle a estas alturas, el llanto es por que ya no está, no volveré a verla ni a hablar con ella, ni tan siquiera volveré a abrazarla…duele.
Supongo que el hecho de que cuelgue la foto de la página dedicada a nuestra amiga Conchi no traerá problemas, la he buscado en la web de Yerba pero no está accesible o no la localizo (que es lo más probable), así que con el permiso de Alacannabis, Yerba y el resto del equipo que se han encargado de que ese precioso rememori llegue a todos nosotros, quiero compartirlo con quienes no tienen acceso a él por muchas causas: económicas, por que se han agotado en quioscos o simplemente están impedidos para salir a comprarla, era nuestra amiga….
Éste también será nuestro recuerdo más cariñoso para ella, que nos dejó hace mes y medio y parece que fue anoche cuando marchó en silencio, como una señora y, seguro, que con una sonrisa en la cara (la conocía lo suficiente como para saberlo). Yo también te echo de menos, y no creo que sea la única, el trabajo que has dejado realizado para que muchas personas tengan acceso a medicamentos sanos y buenos humos, tu esfuerzo por seguir adelante sin tener ningunas ganas te han realizado como la persona más genuina que he conocido y tu sonrisa acompañadas de abrazos serán difíciles de olvidar.
.

Sólo la muerte


Hay cementerios solos,
tumbas llenas de huesos sin sonido,
el corazón pasando un túnel
oscuro, oscuro, oscuro,
como un naufragio hacia adentro nos morimos,
como ahogarnos en el corazón,
como irnos cayendo desde la piel del alma.
Hay cadáveres,
hay pies de pegajosa losa fría,
hay la muerte en los huesos,
como un sonido puro,
como un ladrido de perro,
saliendo de ciertas campanas, de ciertas tumbas,
creciendo en la humedad como el llanto o la lluvia.
Yo veo, solo, a veces,
ataúdes a vela
zarpar con difuntos pálidos, con mujeres de trenzas muertas,
con panaderos blancos como ángeles,
con niñas pensativas casadas con notarios,
ataúdes subiendo el río vertical de los muertos,
el río morado,
hacia arriba, con las velas hinchadas por el sonido de la muerte,
hinchadas por el sonido silencioso de la muerte.
A lo sonoro llega la muerte
como un zapato sin pie, como un traje sin hombre,
llega a golpear con un anillo sin piedra y sin dedo,
llega a gritar sin boca, sin lengua, sin garganta.
Sin embargo sus pasos suenan
y su vestido suena, callado como un árbol.
Yo no sé, yo conozco poco, yo apenas veo,
pero creo que su canto tiene color de violetas húmedas,
de violetas acostumbradas a la tierra,
porque la cara de la muerte es verde,
y la mirada de la muerte es verde,
con la aguda humedad de una hoja de violeta
y su grave color de invierno exasperado.
Pero la muerte va también por el mundo vestida de escoba,
lame el suelo buscando difuntos;
la muerte está en la escoba,
en la lengua de la muerte buscando muertos,
es la aguja de la muerte buscando hilo.
La muerte está en los catres:
en los colchones lentos, en las frazadas negras
vive tendida, y de repente sopla:
sopla un sonido oscuro que hincha sábanas,
y hay camas navegando a un puerto
en donde está esperando, vestida de almirante.
Pablo Neruda

Introducción al blog

Me gusta pasear por los Campos Santos, siempre que visito un lugar me gusta pasearme por las calles de su cementerio.
Me gusta observar las diferentes lápidas que lo pueblan, busco en las dedicatorias cosas que recordar o dignas de fotografiar, más de uno de vosotros las habréis visto en alguna web.
Siempre ando con la cámara en la mano para sacar alguna instantánea curiosa dentro de un cementerio, a veces me imagino historias tétricas que hacen mi estancia en el lugar un atracción de feria con muchos detalles muy bien puestos: flores secas que cuelgan de alguna lapida, llenas de polvo y con una inscripción trasera de: Los tuyos no te olvidan (la más socorrida y menos original de la amplia gama de dedicatorias que podemos encontrar).

Os iré poniendo cositas relacionadas con la muerte quitándole ese sabor amargo que nos da el simple hecho de pensar en ella… yo de momento, me paseo por su hotel….
Alguna foto curiosa hecha por mí o robada de la web (mentando al autor o lugar de procedencia, evitando así problemas legales), alguna que otra lápida recordando el olvido del mundo… en definitiva….
Acerquémonos a la muerte de forma no traumática por que al fin y al cabo… ¡todos la conoceremos en persona!

Esa desconocida tan escuchada: la muerte

Son muchas las veces que pienso en la muerte, imagino que como el resto de mortales cuando nos hacemos a la idea de que hemos nacido para tal fin mientras vemos como mueren los cercanos y los no tan cercanos. De niña se me ocultó la existencia de este final dramático para el humano y natural en la naturaleza, tuve miedo a la muerte aunque algo en mí no le hacía ascos, más bien todo lo contrario, aunque es algo que hace poco que conozco de mí, gracias a mi prima que en nuestro reencuentro y recordando cosas del pasado salió a conversación un conejo que tuve a la tierna edad de 9 años. En casa estaban hasta lo innombrable del precioso bicho, así que decidieron terminar con el problema cocinando un buen arroz con conejo, mi prima (algo mayor que yo) que me llevó a dar una vuelta mientras en casa seccionaban mi tan preciada mascota, me dijo que mi conejo había muerto y que si no íbamos a enterrarlo la yaya lo haría con arroz, a lo que llorando respondí que si mi conejo había muerto y tenía que enterrarlo ¿dónde va a estar mejor que dentro de ?. Es una frase algo extraña para una niña de esa edad cuando se muere su mascota, he de reconocerlo…según ella, lo cuenta en muchas ocasiones y, de profesión es veterinaria.
Ahora resulta de que la muerte toma un cariz algo “curioso” en manos de Nitro, uno de los canales propiedad de Antena 3. El programa que casualmente localicé buscando algo potable en televisión fue ”Mil Maneras de Morir“, un programa que deja a los accidentados con resultado muerte a la altura de los estúpidos más grandes.
Lo cierto es que no puedes reprimir la risa con los comentarios que el “cachondo” narrador va realizando durante el desarrollo de la historia mortal, es una buena técnica para superar el miedo a la muerte: reirte de ella. Es divertido ver como una mujer gritándole a su marido lo mucho que vale tras la operación gástrica le pide el divorcio delante de todo un restaurante lleno muere delante del mismo por “buenorra”, le da un golpe de tos tan fuerte que el fórceps que se había dejado olvidado el cirujano, la abrió de tal forma que murió desangrada delante de los allí presentes, aunque lo mejor de todo (repito) es la representación que hacen del brutal divorcio.
Los casos que emiten son la forma ideal de decir…yo no quiero morir así! Que vergüenza. No puedo catalogar el programa como bueno pues no lo es, pero como programa de entretenimiento le pongo buena nota, hace que te rias de la muerte y, sobre todo, de lo absurdo del caso en el que pueda llegar. No sé, pensad que vais a morir por culpa de una babosa, o por depilarte el coño, o por culpa de la goma del tanga acabe muerta una pareja…creo que prefiero morir de forma aburrida y semi-usual, es menos patético. Encima de que has de morir, haciendo el ridículo…que “hijaputa” es la Parca.


Este blog...

Hoy hemos lanzado nuestro nuevo blog.

Este blog va a ser muy especial… la muerte rondará sus cortos artículos como corta es la vida. No se trata de tener miedo, se trata de perderlo, un toque de humor puede ser un buen principio para tal menester…

Nos vemos al otro lado de la lápida….